domingo, 21 de agosto de 2011

Homenaje a Trotsky a 71 años de su asesinato


Reproducimos aquí una nota del historiador y profesor en la Universidad de Lima, Perú,  Gabriel García Higueras. Aquí elabora una crítica a la biografía recientemente publicada del "falsificador", Robert Service. 
Como dice nuestra compañera Cecilia aquí , a propósito de la nueva "novela" de Marcos Aguinis y el "inusitado" interés que provoca la vida del gran revolucionario ruso (además de la buena semblanza para comprender el porqué), cuando el capitalismo mundial se tambalea en su gran crisis histórica. 
A ellos le decimos como ya lo hiciera el mismo Trotsky sobre Rusa Luxemburgo ante las falsificaciones stalinistas : "Fuera las manos de León Trotsky!"



71 aniversario luctuoso

Gabriel García Higueras


Entrar en la interpretación de un hombre es cosa que requiere 
delicadeza y piedad. Si se entra en tal interpretación armado 
con una filosofía hostil a la que inspiró la vida 
y la obra de aquel hombre, se incurre en un error crítico evidente 
y se comete, además, un desacato.
Alfonso Reyes






En septiembre de 2010 se publicó en español una nueva biografía de Trotski. Escrita por el historiador británico y profesor de Oxford, Robert Service, presenta el título de Trotski: una biografía (Barcelona, Ediciones B). Con esta obra, Service concluyó la trilogía de los líderes de la Revolución rusa (precedentemente había escrito las biografías de Lenin y Stalin). Su voluminosa obra de 735 páginas fue publicada originalmente en el Reino Unido y Estados Unidos, en 2009. Poco después de su aparición se hizo notar la divergencia de criterios acerca del valor de este trabajo. Así, el crítico John Gray, en el magazín londinense Literary Review, calificó la obra como “la mejor biografía de Trotski hasta la fecha”. De su lado, Paul Le Blanc se refirió a ésta como el “segundo asesinato” del pensador y revolucionario ruso. Desde entonces no han cesado los comentarios favorables en la mayoría de los medios escritos, como tampoco las evaluaciones críticas. Por añadidura, la obra en cuestión ha merecido en 2009 el Premio Duff Cooper (que en Gran Bretaña galardona las obras de no ficción), dotado de 5 mil libras esterlinas.
Teniendo en consideración la polémica que ha enmarcado la publicación de tal biografía, la cobertura informativa que se le ha dispensado y la influencia mediática de su autor, analizaré críticamente el referido trabajo. Coincido con lo sostenido por el estadunidense David North cuando advierte que en este libro “casi no hay una página en la cual el lector bien informado no encuentre pasajes reprensibles”. Por motivos de espacio, me ocuparé sólo de algunos.
Trotski: una biografía está estructurada en cuatro partes de acuerdo con un orden cronológico. Cada una de sus partes está constituida por trece capítulos, que suman un total de cincuenta y dos. El texto está redactado en un lenguaje claro y fluido. De todo el conjunto, la tercera y cuarta partes (en especial la última) son las que presentan mayores deficiencias.

Natalia Sedova, Frida Kahlo y León Trotski
En el prefacio, Service nombra los archivos consultados en su pesquisa documental: Amsterdam, Harvard, Moscú, y, sobre todo, la Institución Hoover, en Stanford, cuyo material sobre Trotski –señala– ha sido utilizado en su mayor parte. Bien es sabido que el empleo de fuentes primarias no acredita per se la calidad científica de un trabajo de historia; su valor dependerá, en no menor grado, de la metodología empleada y la perspectiva adoptada por el investigador.
Service declara que su libro “es la primera biografía extensa sobre Trotski escrita por un no ruso y no trotskista”. Esta afirmación no se aviene con la verdad, puesto que la vida de Trotski ha sido explorada y escrita con extensión en Occidente por autores no afiliados al trotskismo. De este modo, en la década de 1970 se publicaron las biografías escritas por Joel Carmichael, Robert Payne, Ronald Segal y Robert Wistrich, por citar algunas.
Del error al dislate
En este mismo apartado, Service cuestiona a dos reconocidos biógrafos de Trotski, Isaac Deutscher y Pierre Broué, a quienes les critica no haber formulado las preguntas más incómodas. Sin embargo, los resultados de su trabajo se hallan muy por debajo del nivel historiográfico alcanzado en esas biografías. Service carece del talento literario de Deutscher; tampoco consigue la necesaria compenetración con el personaje como para aportar una comprensión más profunda de su personalidad histórica. Compárese cualquiera de los capítulos de la trilogía El profeta con los de esta reciente biografía y quedara más que evidenciada su superioridad en cultura histórica, profundidad analítica y capacidad investigativa. El único aspecto en el que Service aventaja a Deutscher es que, por el tiempo histórico que le tocó vivir, presenció acontecimientos de la historia política mundial que el escritor polaco no logró ver; asimismo, tuvo la oportunidad de acceder a documentos que en las décadas de 1950 y 1960 no se hallaban a disposición de los investigadores. Otro tanto podríamos argumentar sobre el trabajo de Broué (a quien Service tilda de “idólatra”), que fue uno de los investigadores más calificados para escribir la biografía de Trotski, tema al que dedicó más de treinta años de estudio. Por otra parte, en sus últimos años, Broué contribuyó significativamente al conocimiento de los trotskistas en la URSS y su exterminio por el aparato estalinista en los años treinta. Si Service hubiese mitigado sus prejuicios ideológicos, podría haber aprovechado mejor estos trabajos y, por ende, habría evitado cometer los no pocos errores y dislates que su obra presenta.     
Tanto en la introducción como en el último capítulo de su biografía, Robert Service sostiene que Trotski fue rehabilitado políticamente en la URSS, bajo la administración de Gorbachov. Esta es otra afirmación falsa. Trotski nunca fue rehabilitado políticamente en la Unión Soviética. Durante la perestroika se recuperó su memoria como parte de un proceso de revisión crítica de la historia oficial. En otro orden, a Trotski y a su hijo Lev Sedov nunca se los rehabilitó jurídicamente en laURSS de los cargos infames que constaban en el pliego acusatorio de los Procesos de Moscú.
Al narrar la vida de Trotski, Service incurre en un grave error cuando sostiene que hasta los veintitrés años su nombre era Leiba Bronstein. y que mudó de identidad cuando decidió que se le conociera como Lev Trotski. Todos los documentos y estudios biográficos certifican que su nombre era ruso: Lev –que era como se llamaba su abuelo paterno. Esta distorsión onomástica obedece al propósito de subrayar las raíces judías del personaje, origen que, según Service, Trotski se interesó en ocultar durante toda su carrera revolucionaria. Los argumentos expuestos en abono de esta tesis resultan inconsistentes.
El biógrafo hostil
La animadversión hacia el protagonista de esta biografía resalta desde los primeros párrafos. Es cierto que Service destaca las cualidades de Trotski en tanto excepcional orador y escritor (dotes que son sobradamente conocidas); pero sobre cualquier reconocimiento se superponen los juicios desaprobatorios. Las sombras oscurecen el relato. Este autor no sólo recalca los errores políticos de Trotski, sino que pretende erosionar su imagen histórica. Indudablemente, se trata de la biografía más hostil que se haya escrito de Trotski desde una ideología liberal conservadora. Para ello, Service juzga moralmente todos aquellos episodios de su vida que, a su entender, expresaron una conducta deshonesta. Así, afirma que en 1902 Trotski planeó el abandono de su primera esposa, Alexandra Sokolovskaia, y de sus dos pequeñas hijas en Siberia para huir a Europa (este juicio no es original, puesto que, de manera similar, lo expresó el historiador ruso Dmitri Volkogonov). Silencia el hecho de que el plan de evasión fue decidido de común acuerdo y secundado en su realización por la propia Sokolovskaia.

Trotski y su mujer en México
Con un criterio sensato y honesto, Service debió presentar a Trotski sobre la base de hechos comprobados y no introducir juicios personales para desacreditar la reputación del biografiado. En este sentido, su obra puede ser considerada como una muestra de lo que un investigador no debe hacer cuando aborda una biografía.
Insiste en resaltar de la personalidad de Trotski su carácter profundamente egocéntrico, su concepción utilitaria de las relaciones humanas y hasta “su falta de humanidad”. Para ello se apoya en ciertos testimonios (de los que no hace la crítica pertinente), y deja de lado otros que atestiguan aspectos distintos. El estudio de Service carece de los matices necesarios para una adecuada caracterización psicológica de la compleja personalidad de Trotski.
De manera mezquina, Service pretenda menguar la originalidad intelectual de algunas de sus concepciones revolucionarias, y le resta veracidad a su obra historiográfica y méritos a sus análisis de la política mundial en los años treinta. De otra parte, no trata con suficiencia las seudoacusaciones por las que Trotski fue deportado de la URSS; tampoco el carácter monstruoso de los juicios-espectáculo de Moscú, ni destaca la importancia que Trotski le asignó a la realización del Contraproceso en México.
Los capítulos dedicados a la lucha entre la oposición y la dirección del Partido contienen serias limitaciones de perspectiva y carecen de profundidad. Service expone parcial e insustancialmente las demandas y los planteamientos de la Oposición de Izquierda y, más tarde, de la Oposición Unida. Busca atenuar las diferencias entre la Oposición y el Politburó. No presta la importancia debida a la burocratización de los órganos del poder soviético; limita su explicación al nivel de la lucha de personalidades. Claramente su juicio favorece a Stalin. De esta manera, opina que “mientras Trotski había izado la bandera del fraccionalismo, Stalin había trabajado con solidez y lealtad en pro de la dirección en ascenso del Partido”. Critica las invectivas de Trotski al secretario general del Comité Central del Partido, pero no comenta negativamente las acciones de Stalin en contra de su rival. Todo lo expuesto por Service acerca de la lucha en el Partido puede considerarse como un retroceso en el estado de la información histórica desde los trabajos de E. H. Carr.
No obstante, proporciona información detallada en el terreno de la petite histoire: el gusto de Trotski por vestir con elegancia, sus dolencias, los rumores acerca de sus devaneos con la escultora británica Clare Sheridan (la descripción que ofrece de ese pretendido encuentro íntimo resulta cómica) y la revolucionaria Larisa Reissner; las direcciones de las casas donde moró, los nombres de sus canes, etcétera.
La finalidad de Service es develar las presuntas contradicciones de Trotski para desacreditarlo políticamente y sostener que sus ideas y prácticas sirvieron de fundamento al estalinismo; que Trotski compartía con Stalin una concepción autoritaria de la política y que sus posiciones eran similares en cuanto al empleo del terror en la edificación de un nuevo orden social. De ahí que afirma: “Estaba cerca de Stalin tanto en intenciones como en prácticas.” Y plantea que si Trotski hubiese asumido el gobierno de la Unión Soviética “los riesgos de un baño de sangre en Europa se habrían incrementado de forma drástica”.
El trabajo de Service revela su falta de probidad académica: está parcializado y es engañoso. Contiene una serie de presunciones sesgadas, ofrece versiones inexactas e incompletas sobre varios episodios; además evidencia su falta de ahondamiento en la materia y la comisión de errores fácticos, de juicio y hasta de cronología. La exactitud en historia no es una virtud sino un deber.
Hay, pues, patente descuido en la investigación. Las inexactitudes no sólo atañen al texto, sino también a las imágenes. De las treinta y ocho fotografías publicadas, tanto en la edición inglesa como en la española, cinco de ellas no corresponden a los personajes identificados ni a los lugares y años que se indican (esto se observa en las fotos 6, 20, 22, 24 y 26).
Un factor a considerar en la valoración de una obra de historia es su trascendencia. En el campo de la biografía de Trotski, por ejemplo, la obra de Isaac Deutscher sigue siendo consultada y reeditada. ¿La biografía escrita por Robert Service pasará la prueba del tiempo? Por todas las observaciones expuestas y por tratarse de un trabajo seudoacadémico que sirve a fines extrahistóricos, ciertamente creemos que no.



http://www.jornada.unam.mx/2011/08/21/sem-gabriel.html

lunes, 15 de agosto de 2011

De ateos irreconciliables

En un post del Diablo nuestros amigos colgaron una reflexión espontánea que expresa en concreto lo que quiero desarrollar como idea aquí. FR en El violento oficio, alude también a ello.
De qué hablamos? De que para los marxistas, los milagros no existen y como buenos trotskistas, "ateos irreconcialiables" preferimos confiar en la fuerza de nuestra propia militancia.

Así, diremos algo respecto a lo que hoy que tras las elecciones primarias desarrolladas ayer, por primera vez y con una importante más que buena performance del Frente de Izquierda y los trabajadores, los diarios salieron hoy a titular las notas referidas al asunto, aludiendo a la consumación del "milagro" que el periodista de chimentos Jorge Rial en una entrevista radial con el candidato a presidente por nuestra fuerza, había lanzado como campaña en twitter. Algunxs periodistas en los medios hubieran dicho que "despegarnos" de la idea del milagro y no ser parte de la chanza que arriesgaba caer en la frivolidad de la que viven los medios, quizás pecáramos de "ortodoxos" trotskistas que no creen en milagros. Desde el PTS, preferimos cometer el "pecado" de alertar que la burguesía, como zorro viejo, sabe de las fáusticas tentaciones oportunistas de todo el que se asoma a las masas; por ello y sin ofender, diferimos del compañero Altamira y el PO en su "festejo irónico" que por momentos corrió por los bordes peligrosos de caer en la folclorización inofensiva.

Decimos entonces, que efectivamente, el FIT logró superar la proscripción del piso impuesto por la ley de oficialismo y oposición, por casi un punto a nivel nacional. Que en algunas provincias ello se dio superando ampliamente las espectativas como en Córdoba, donde en la categoría diputados nacionales obtuvimos casi el 7% de los votos, o Neuquén o Jujuy. Nada de ello, lo debemos a intervención divina alguna.

La clave de los resultados del Frente de Izquierda, tuvo que ver con que el marco de un voto conservador para mantener lo conquistado por la clase trabajadora y los sectores populares y aún, la propia burguesía en todas sus variantes, como bien explican JDM y FR, sino que fue expresión de la campaña política impulsada por una ardua militancia, que se centró correctamente en denunciar la proscripción de una ley que de manera inaudita y sin precedentes, exigía un altísimo piso a superar para poder candidatearse en Octubre.
La militancia de las organizaciones que conformamos el FIT comenzamos allá lejos y en pleno verano 2010-2011 a juntar las afiliaciones que nos exigía la misma ley; fueron más de 75000 tarjetitas llenadas, con fotocopia de DNI y acá en Cba, hasta pidiéndonos los datos de padre y madre del susodicho afiliado!
Superado este escollo, nos pusimos en marcha y comenzamos a hacer proyecciones con un novedoso método de estampar spots en paredes de fábricas, universidades, escuelas y edificios saliéndonos de la rutina y llamando la atención de numerosxs trabajadorxs, jóvenes y demás gente de a pie. A la par, desarrollábamos los comités de base a los cuales se sumaron un montón de compañerxs para repartir volantes, hacer pintadas y caravanas, pegar afiches callejeros, difundir boca a boca las propuestas del FIT. En el medio de esta campaña, se destacaban además los actos como el de Neuquén con los ceramistas, el de Zona norte, principal concentración obrera del país, entre otros a lo largo y ancho del territorio y con nuestros candidatos; o bien, las asambleas de los intelectuales en apoyo al FIT, los debates y los spots de apoyo de los artistas. Y ojo que aquí sólo menciono algunas de las actividades realizadas porque en además podemos contar ciclos de cine LGTB, por ejemplo, fiestas y peñas con los candidatos e intervenciones artísticas en barrios y ferias, y hasta el último día, consiguiendo fiscales para cada escuela.
Como verán (y disculpen si me colgué con los links ;-), hasta ahora sólo hubo mucha militancia y ponerle el cuerpo a la convicción de que el "gobierno de los DDHH" realmente estaba intentando silenciarnos en estas elecciones porque es consciente de que la izquierda, y así lo expresaron también los votos al FIT, es la única que plantea, con el escenario de la crisis capitalista como telón de fondo, que a pesar de los años de crecimiento a tasas chinas durante la era K, los trabajadores seguimos laburando en negro y tercerizados; las maestras seguimos cobrando salarios que no alcanzan la canasta básica familiar; los jubilados siguen sin cobrar el 82% móvil mientras con la plata del ANSES se paga la deuda externa; que las mujeres siguen muriendo por abortos clandestinos y víctimas de las redes de trata y prostitución que la eliminación del "rubro 59" no combate. También la izquierda en el Frente denunció que mientras tanto, esos políticos que dicen representarnos son una casta de parásitos que vive del estado y gobierna para los empresarios, los sojeros, la curia. Por eso el Frente de Izquierda y los trabajadores planteaba que quienes asumiremos cargos legislativos lo haremos, no para enriquecernos y defender a los empresarios sino para impulsar la movilización extraparlamentaria por nuestros derechos y cobraremos lo mismo que un obrero o una maestra.
Esos fueron los ejes de la campaña del FIT que bien expresaron los spots vistos en la TV y escuchados en las radios por miles de personas a causa de un desliz de la reforma electoral, ese "efecto no deseado" al que alude nuestro querido amigo FR.  Y como dijo un compañero por aquí, con quien acuerdo, "la burguesía se debe estar arrepintiendo de haberle cedido este espacio para difundir sus ideas a los revolucionarios"; porque saben bien que las ideas de la izquierda expresan el programa para que la clase obrera construya su propia salida ante la crisis capitalista que se avecina sin chances de desacople argentino - los milagros no existen!, "queridos amigos K" ;-) ... y pueden hacerse carne en esa clase en la que los revolucionarios confiamos y que ha demostrado aquí mismo en Argentina cuyo testimonio más cabal es Zanón, puede dar una respuesta defendiendo los intereses de esa clase.
Pero además, la izquierda es la que está en las luchas, que pelea en las fábricas contra la burocracia como orgullosos podemos decir de nuestro candidato como el "Bocha" Puddu (quien le ganó este mismísimo domingo al burócrata que lo expulsó del SMATA, Omar Dragún, candidato delasotista si los hay); como quien habla junto a lxs estudiantes, o los compañerxs Jesi Calcagno, Patricio del Corro, Juan Oribe, militantes del PTS procesados (y absueltos porque era un escándalo) por solidarizarse con lxs obrerxs despedidos de la ex-Terrabusi. Y aquí hablamos de los que somos más jóvenes, porque en las listas del FIT también están Myriam Bregman, José Montes por nombrar algunxs de lxs reconocidos luchadores de trayectoria, como ella contra los genocidas de la última Dictadura o contra las privatizaciones en los '90 como el delegado del Astillero Río Santiago.

Y entonces, los 500000 votos que conseguimos a nivel nacional, lejos de "intervenciones celestes" se deben a la simpatía generada por nuestras ideas en aquellxs que nos conocen, que saben que pacientemente tratamos de organizarnos en las fábricas, las universidades, las escuelas, que no nos vendemos, que la peleamos y que somos capaces también, de dar la vida por ello, como lo hizo Mariano Ferreyra. Los patrones, sus medios y sus partidos bien saben que la izquierda es más que una fuerza "marginal", la del "cero coma" como nos achacan aquellos mismos que nos proscriben y silencian.
Por eso mismo, cuando hoy la mayoría de la prensa salió a hablar de que el "milagro" se había concretado para nosotros, sentí las ganas de responderles y aclarar que desde mi humilde punto de vista, es parte de continuar ese intento de banalizar nuestra campaña, de achicar el peso de todo aquello que acabo de describir en este post, de hacerle creer a la gente que haber superado la proscripción no fue más que el efecto de una campaña twittera impulsada por un farandulero, y así lo que el FIT conquistó este domingo sería el efecto de esa pata del régimen que combatimos, el efecto de los medios que todo lo fagocitan y degluten para volverlo inofensivo y ser su pata izquierda como inclusive algunos de ellos ya comienzan a pedir cuando dicen que "Es bueno y alentador que la izquierda haya superado el 1,5 por ciento, porque eso la alejará de las tentaciones de otras vías que no sean las de la participación dentro de la lucha democrática."


En fin, ni milagros, ni obra y gracia de algún señor, ni trama celeste... militancia concreta y material desplegada por todo el territorio con audacia y aprovechando los resquicios que se nos abren en territorio enemigo, un escenario electoral casi siempre adverso para quienes creemos que la mayor democracia es aquella que se ejerce desde las bases en una sociedad sin explotadores ni explotados donde la mayoría decide sobre sus propios destinos. Con esa perspectiva estratégica como guía de nuestras narices nos venimos preparando junto al sindicalismo de base, la juventud y el pueblo pobre porque sabemos que sobre nosotros querrán descargar la crisis aquellos políticos patronales, como ya sucede en otras partes del orbe.


martes, 2 de agosto de 2011

NeNa, LLevAte uN saQuiTo

Cuelgo en este post un texto de N. Perlonguer que enviara en estos días un compañerx de la Juventud LGTB del PTS y que me pareció además de oportuno a propósito de la discusión sobre trata y prostitución, rubros 59 y demás yerbas, muy muy bonito.



 "Al atardecer, todas ellas cuelgan sus pechos sin madurar del ramaje de hierro de los balcones, para que sus vestidos se empurpuren al sentirlas desnudas, y de noche, a remolque e sus mamás -empavesadas como fragatas- van a pasearse por la plaza, para que los hombres les eyaculen palabras al oído, y sus pezones fosforescentes se enciendan y se apaguen como luciérnagas"
(Oliverio Girondo, 1920) 

"Los que se exhibieren en comercios, plazas u otros lugares de esparcimiento público, con vestimentas indecorosas, o se despojaren en los mismos sitios de ropas de vestir, exigibles a la cultura social (...) serán reprimidos con multa o arresto".(Reglamento Policial de Contravenciones, inc. 2§ e 1946) 

Por Néstor Perlongher

No todos saben que si las chicas de flores arrojasen hoy en día su seno a pedacitos, antes que un caballero se inclinare a recogerlos, se haría presente un patrullero. Del mismo modo, quien se atreviere a ir en deshabillé al mercado, no sería apenas condenada por el cotorreo de las vecinas: caería sobre ella el peso azul del Estado. 

Es sabido que una mujer no solo debe ser decente sino aparentarlo. En nuestra pacata nación, celosos agentes (¿celosos de qué?) han sustituido a las mamás que nunca se olvidaban de decirnos: Nena, lleváte un saquito. Para el cumplimiento del edicto policial arriba transcripto, sería menester la edición de un boletín de modas policiales. ¿En que se basa la autoridá para saber cuando una vestimenta es o no indecorosa? Dedúcese que en esa categoría habrán de entrar la minifalda y el bretel, si no el escote en V. Por si las moscas, les cabría a las chicas de Flores el inciso 2§ H (pavor de los gays y de las prostitutas) que condena, con arresto de 30 días, a "las personas de uno u otro sexo que públicamente incitaran o que ofrecieren el acto carnal" (orden del día del 19 de abril de 1949). Los eyaculadores auditivos están también punidos por el edicto del piropo (2§ B) -sólo que cuando una señorita se queja el agente responde: ¿y qué pretende usted así vestida? 

Esperamos que a las chicas no se les ocurra tomar un clarito en la Confitería del Molino: les puede caer una "ebriedad" por la cabeza (para aplicar este edicto, la exigencia legal de "dosaje alcohólico" es, "por falta de medios", generalmente obviada). También les puede pasar que presas de pánico echen mano del saco de un caballero transitante: error fatal: es el 2§ F que les cabe a "los que se exhibieren en la vía pública o lugares públicos vestidos o disfrazados con ropas del sexo contrario". ¿retroceder al zaguán? Siquiera eso, viene el texto del 2§ G: "las prostitutas o sus servidumbres que desde sus casas incitaren a las personas". Cierto que ellas no cobran; pero eso no interesa. Veamos lo que le pasó a Nélida: "No había ningún trato íntimo con él, la cosa era de simple amistad. Dos policías de civil entraron en el bar y nos llevaron a todos a la comisaría. Allí 'me fabricaron' un antecedente de prostitución porque el hombre que estaba conmigo firmó una declaración que decía que me había pagado. Lo presionaron amenazándolo con llamar a la esposa, y decirle que estaba con una prostituta... Desde entonces quedé 'fichada' con el 2§ H". Y aunque la chica no haga nada nunca a nadie, tararear "qué me importa tu pasado, lo que has hecho y lo que harás", de nada sirve -­minga!- porque "por averiguación de antecedentes" se la llevan por 48 horas a la sombra de los barrotes en flor -y no va a precisar arrojar su cuerpo a pedacitos "a todos los que le pasan la vereda", porque es posible que se lo hagan pedacitos ahí mismo. "Conocémos tus métodos" dicen los enanos de Herzog.

La chica se puede hartar de que la confundan y tomarse el ómnibus a Córdoba -donde rige, desde 1980 (­oh juristas del proceso!) un Código de Faltas que impide confusiones: "Serán sancionados con arresto hasta de treinta días quienes ejerciendo la prostitución se ofrecieran o incitaren molestando a las personas o provocando escándalos. Se entenderá que hay ofrecimiento respecto de la mujer (o el homosexual o vicioso sexual) que permaneciera en la vía pública en circunstancias que exterioricen un atentado contra la decencia pública. En todos los casos, será obligatorio el examen médico venéreo y, en su caso, la internación curativa" (Art. 22§). Cada provincia tiene sus normas, las cordobesas pueden apelar (con suerte) ante el juez. Pero... quienes juzgan las "circunstancias del decoro" son los comisarios y subcomisarios, habiendo un plazo de 3 días para la resolución, 24 horas para la apelación y 20 días para que el juez decida. Eso quiere decir que cualquiera puede comerse hasta 24 días en cana, sólo porque algún agente receloso vuelque sobre una su mirada perversa... 

Si para las damas es menester recato, los caballeros deben conservar los tics de la virilidad más antológica. "Encontrase un sujeto conocido como pervertido en compañía de un menor de edad" (a la salida del kindergarten, por ejemplo), basta para comerse 30 días en la Capital (ascienden a 90 en Córdoba). Para ser "conocido" es suficiente tener "antecedentes" o por medio de "datos fehacientes y bajo la firma del director o jefe de secciones de la Dirección de Investigaciones" (art. 45§ del RPC). ¿Una firmita acá? -y salváte si podés. 

Nena, si querés salvarte, nunca te olvides el saquito, el largo Chanel, el rodete. No te quedes dando vuelta en la puerta de un bar. Y, lo peor de lo peor, no se te ocurra hablar por la calle con alguien de quien no sepas su nombre, apellido, dirección, color de pelo de la madre y talle de la enagua de su abuela: la policía los separa y si no saben todo uno del otro, zas, adentro. Tampoco salgas con una amiga -no te hagas la desentendida. Y, si sos casada, no salgas sin los chicos: porque ¿qué hace una madre que no está cuidando a sus hijos? Y nunca te olvides de lo que decía el General: "de la casa al trabajo y del trabajo a la casa". Pero, ¿usted de qué trabaja, señorita? Me va a tener que acompañar. ¿Continuará? 


* Sociólogo, antropólogo, militante activo del Frente de Liberación Homosexual entre 1971 y 1976. Murió en San Pablo (Brasil) en 1992. Escribió este artículo en el año 1983 para la revista Alfonsina, luego reeditado en 1997 por Colihue en el libro Prosa Plebeya. Ensayos 1980-1992.