lunes, 30 de julio de 2012

martes, 10 de julio de 2012

Más de 4.000 participantes en la Conferencia Nacional de Trabajadores convocada por el PTS



Con más de 4.000 participantes sesionó este domingo en el estadio cubierto de Ferro la Conferencia Nacional de Trabajadores, convocada por el PTS con los delegados clasistas de todo el país, que incluían a militantes de 143 sindicatos y de 14 provincias.

La conferencia comenzó con la presentación de la Mesa que la presidiría. Para ello, subieron en primer lugar José Montes, referente de la histórica lucha contra la privatización del Astillero Río Santiago; Raúl Godoy, obrero de Zanon bajo control de sus trabajadores, y diputado electo del Frente de Izquierda y de los Trabajadores; Claudio Dellecarbonara, referente del ala clasista del Cuerpo de Delegados del Subte, y Javier Poke Hermosilla, el dirigente de la Comisión Interna de Kraft que encabeza la oposición contra la burocracia de Daer.

Un escenario representativo del avance de la izquierda clasista
Cada una de las presentaciones fue acompañada por los cantos de los miles de trabajadores y trabajadoras presentes, junto a la Juventud del PTS: “Se va a acabar / se va a acabar / la burocracia sindical”. Lo mismo sucedió cuando se presentó a los cerca de 30 dirigentes que se sumaron al escenario.
En representación de obreras y obreros de la alimentación de Kraft, PepsiCo, Stani, Felfort y otras de fábricas de la alimentación, subieron dos delegadas y luchadoras por los derechos de las mujeres trabajadoras, Lorena Gentile y Catalina Balaguer.
Hernán “Bocha” Puddu representó a los obreros automotrices de distintas fábricas que estaban presentes, como despedido por FIAT IVECO y expulsado por el SMATA Córdoba por defender a los contratados. Eduardo Ayala, dirigente de la agrupación Bordó de gráficos y la comisión interna de Donnelley (ex Atlántida), lo hizo en nombre de gráficos de Cedinsa, Printpack, World Color y otras empresas.
Lo siguieron Guillermo Betancourt y Oscar “Chiche” Hernández, dos destacados luchadores metalúrgicos de Siderca-Campana y Siderar-San Nicolás, que además, representaban a compañeros de la UOM de Villa Constitución, Quilmes, La Plata, La Matanza, Capital y Mar del Plata presentes.
Se invitó a subir a la mesa a Flavio Bustillo y Andrés Padellaro, referentes de la lucha contra la tercerización en el Ferrocarril Roca. Fue el momento en que la Juventud del PTS saludó a los compañeros cantando en homenaje a Mariano Ferreyra: “A Mariano Ferreyra lo vamos a vengar / con la lucha y la huelga general”.
Se sumaron Franco Villalba, delegado de Alicorp (ex Jabón Federal) que encabezó la Lista Bordó en las elecciones del Sindicato de Obreros Jaboneros, obteniendo el 37% en las fábricas del Gran Buenos Aires; Carlos Artacho, delegado de base del FOETRA Buenos Aires, acompañado por trabajadores y trabajadoras de Telefónica, Telecom y de los jóvenes de call centers.
Carlos “Charly” Platkowski, delegado de LAN Argentina, subió en representación de los trabajadores aeronáuticos de LAN, HAS, Aerolíneas Argentinas, Pertenecer e Intercargo.
Como parte de la importantísima participación de delegados y activistas estatales, subieron al escenario las delegadas de la Junta Interna del INDEC, Ana Laura Lastra y del IOMA de La Plata, Luana Simioni.
Llegó el turno de presentar a las delegaciones que llegaron de otros puntos más lejanos del país. Acompañados por el canto de “aquí están, estos son / los obreros sin patrón”, la delegación de Neuquén, que incluía a obreros ceramistas de Zanon, Stefani, Del Valle, obreros industriales de Aqualic, Papelera Molarsa, trabajadores textiles, de la fruta, de los Hospitales más importantes de la provincia, y estatales de distintas dependencias, estuvo representada por el compañero Secretario Adjunto del Sindicato Ceramista de Neuquén, Andrés “Chaplin” Blanco, Jorge Medina, dirigente de la lucha de Aqualiq, junto a Yazmín Muñoz y Graciela Frañol, delegadas de ATEN y dirigentes de la Agrupación Negra.
Por la provincia de Tucumán, ocuparon su lugar en la mesa Carlos Melián, delegado de la industria del citrus que vino acompañado de trabajadores de UATRE y la Alimentación, y Verónica Jerez, referente de la memorable lucha provincial de los autoconvocados de la salud.
Desde Jujuy llegó una importante delegación de trabajadores de los ingenios azucareros, de la siderúrgica Altos Hornos Zapla, juntos a estatales, municipales, docentes y trabajadores de limpieza, que fueron representados en la mesa por el delegado de los trabajadores municipales, del histórico SEOM, Alejandro Vilca.
Humberto, joven boliviano, subió como representante de los trabajadores inmigrantes presentes en la Conferencia, ocupados en la construcción, el trabajo doméstico y los talleres textiles. Al subir el compañero de la comunidad boliviana, desde las tribunas comenzó el grito de “La clase obrera es una y sin fronteras”, que contagió todo el estadio. El mismo canto recibió también al dirigente de la fábrica Brukman, obrero textil e integrante de la asamblea Coro Mayta de la comunidad boliviana, Yuri Fernández.
Alicia Navarro Palacios, miembro de la Comisión Directiva de Ademys, se sumó en representación de las compañeras y compañeros docentes de Ademys y UTE de la Ciudad de Buenos Aires, de los SUTEBA La Plata, Ensenada, Quilmes, Lomas de Zamora, La Matanza, San Martín-Tres de Febrero, Tigre, Gral. Sarmiento de la Pcia. de Buenos Aires, de SUTEBA Bahía Blanca, de la UEPC de Córdoba y de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén.
De la provincia de Mendoza, que participó de la conferencia con una delegación de trabajadores de prensa, obreros vitivinícolas y trabajadores estatales y docentes, se sumó a la Mesa la delegada docente Nora Brucoleri, quien encabezó la Lista Marrón en su gremio, que obtuvo más del 20% de los votos en las últimas elecciones.
En representación de los participantes de la provincia de La Pampa, se sumó la compañera docente Claudia Lupardo; de la provincia de Entre Ríos, y la delegada también docente Mariana Saint-Paul.
Como parte de una delegación de la provincia de Santa Cruz, de trabajadores municipales y docentes, subieron al escenario el minero de Río Turbio Ramón Páez y Estela, empleada municipal.
Hernán Perriere, delegado del SUTEBA, hizo lo mismo como parte de la delegación llegada desde las ciudades de Bahía Blanca, Ingeniero White, Puerto Madryn y Tres Arroyos, en representación de la delegación de trabajadores de la UOCRA, de Comercio y del Polo Petroquímico. Finalmente, el docente Gustavo Piscini subió al escenario como parte de la delegación de Mar del Plata, que incluyó trabajadores metalúrgicos, telefónicos y de la educación.
Por último, desde la mesa, se saludó a los compañeros y compañeras de distintos lugares del país que estaban presentes, como los choferes de colectivo de la UTA, trabajadores portuarios, de aguas gaseosas, bancarios, trabajadores postales, obreros de la carne, fosforeros, de la industria del vidrio, del plástico, camioneros, trabajadores de las principales fábricas de la industria del neumático como FATE y Firestone, del emblemático gremio de Luz y Fuerza de Córdoba, jóvenes trabajadores cerveceros, empleados de Comercio, trabajadores del gremio químico, trabajadores lecheros de ATILRA, trabajadores del casinos, obreros papeleros y compañeras del sindicato de trabajadoras domésticas.
Al finalizar la lectura de la lista de participantes, el estadio se unió en un solo canto, “Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode”. Además, se saludó la presencia de referentes de las organizaciones invitadas, entre ellas María del Carmen Verdú y otros compañeros miembros de la Correpi (Coordinadora con la Represión Policial e Institucional), compañeros de la AEDD (Asociación Ex Detenidos Desaparecidos), y de la Asamblea Popular Carlos Coro Mayta. Con la participación de militantes de 14 provincias que actúan en 143 sindicatos, se daba inicio a la Conferencia Nacional de Trabajadores convocada por el PTS.
Los informes y discursos de los dirigentes obreros
Raúl Godoy propuso, para votar por aclamación, la presidencia honoraria de la Conferencia. Se trataba de los compañeros del PTS recientemente fallecidos, Polo Denaday y Liliana Parotti, que fueron ejemplos de profesionales (abogado el primero, contadora la segunda) que pusieron su profesión al servicio de la causa de la clase obrera y la lucha revolucionaria; Mariano Ferreyra, militante del PO asesinado por la patota de la burocracia sindical de Pedraza; los mineros del carbón del Estado Español; las masas del Norte de África; y la juventud que se levanta contra el capitalismo en todo el mundo.
Luego realizó un informe sobre la situación que estamos viviendo, en Argentina y el mundo, y las tareas del movimiento obrero y la izquierda. Dijo Godoy que “Tenemos que decir que empieza a cambiar en gran escala la situación de la clase obrera: lo que ayer fue una experiencia de la vanguardia, el sindicalismo de base, hoy empieza a ser experiencias de sectores de masas (…) Entramos en una nueva y apasionante fase en la experiencia de los trabajadores con un gobierno peronista. (…) Nuestra pelea arranca en el marco de una profunda división de las filas obreras. Los sindicatos representan nada más que una minoría. Sólo poco más del 30% de los 11 millones de trabajadores que hay en el país está afiliado a algún sindicato. Esa minoría es la que puede elegir, cuando nos dejan, a los dirigentes sindicales. El 70%, donde están los en negro, muchos contratados que van de lugar en lugar y los no afiliados, la mira de afuera. Y encima la burocracia sindical, tanto de la CGT como de la CTA, han dividido a las centrales en función de la interna peronista y de la oposición patronal de Binner. (…) Por eso es fundamental no dejar en manos de la burocracia, las legítimas demandas de los trabajadores, ni tampoco el futuro en sus manos.
Fuimos miles en todo el país los que nos movilizamos el 27 utilizando la convocatoria pese a la dirección de Moyano, porque las peleas que le damos en cada lugar de trabajo se la trasladamos a las calles con la columna en Plaza de Mayo o la marcha en Neuquén donde fuimos tanto con la CTA como con la CGT mostrando la alternativa del sindicalismo de base ante los afiliados de los sindicatos de masas.
(…) Por su puesto que tenemos que reagrupar, con esta perspectiva, a todos los que luchan por recuperar los sindicatos. Pongámosle fecha, con los compañeros del FIT, a una gran Asamblea Nacional de Trabajadores, de todas los agrupamientos antiburocráticos y combativos, para que juntos organicemos una verdadera alternativa que tenga la fuerza de enfrentar a la burocracia sindical en todas sus alas.
(…) Hoy las distintas burocracias en que dividen a las CGTs y las CTAs tienen proyectos políticos patronales detrás. Los Gordos detrás de Cristina que pasa los fines de semana en su mansión del Calafate mientras los trabajadores sufrimos penurias. Y particularmente Moyano nos quiere llevar detrás de Scioli, el peronismo del aguinaldo en cuotas. Para que no utilicen nuestras luchas como base de maniobras para proyectos políticos patronales, tenemos que empezar a hacer crecer la idea de un partido propio de nuestra clase trabajadora.
(…) Por esto, queremos debatir en esta Conferencia la propuesta central de llevar a decenas de miles de trabajadores dos grandes ideas: por sindicatos sin burócratas, por un partido de trabajadores sin patrones, junto a la exigencia de un plan de lucha por un programa para el conjunto de la clase trabajadora”.
A continuación, tomó la palabra Claudio Dellecarbonara, quien planteó que “los trabajadores somos los que creamos y movemos todo (…) en Argentina somos 11 millones de asalariados, no hay clase más numerosa que la nuestra, con nuestras familias somos la inmensa mayoría nacional. (…) En las últimas décadas, los trabajadores de servicios hemos adquirido una enorme importancia, no sólo porque en las grandes concentraciones urbanas cada día se hace más estratégico el transporte de mercancías y las comunicaciones, sino porque movilizamos todos los días al bien más preciado del capitalismo: la fuerza de trabajo. Es por esto que ante cada huelga en los servicios se vea una enorme preocupación y hay ataques furibundos de parte de los empresarios y del Estado que los representa. (…) Queremos poner los sindicatos al servicio de las necesidades del conjunto de la clase obrera, de los oprimidos, de los que no tienen voz, para luchar por coordinar esfuerzos y acaudillar a los sectores oprimidos, todas cosas ignoradas por la burocracia sindical”. Más tarde aclaró que “nosotros, delegados o activistas honestos, por más buenos que seamos en la defensa de las reivindicaciones de nuestros compañeros, si no vemos la necesidad de construir una alternativa propia, estaríamos dejando indefensos a esos mismos compañeros frente a los burócratas que ponen a los sindicatos al servicio de los proyectos políticos de los capitalistas, nuestros enemigos. Ahí tenemos los ejemplos de muchos sindicalistas que decían que no hacía falta un partido de los trabajadores; ahí los vemos hoy apoyando al gobierno, como la mayoría de la directiva de nuestro sindicato. Dándole la espalda a la propia clase.”
A su turno, José Montes se refirió a las tradiciones de la clase obrera, que no se limitan a las luchas sindicales. “A los trabajadores todos los días nos roban parte de lo que producimos con nuestro esfuerzo. Pero si con esto no alcanzara, los ideólogos del orden actual, quieren robarnos también nuestra propia historia. Quieren borrar de la historia de una clase que hace 180 años la clase lucha por sus demandas. Desde allí, los trabajadores se mostraron como la clase más creativa de la historia de la humanidad. Creó sus propias organizaciones, los sindicatos. Formó los grandes partidos socialistas de masas y lograron las primeras conquistas. Todo mediante la lucha. Y en el siglo XX, la clase obrera hizo la Revolución Rusa. Y los trabajadores organizaron su propio Estado que consiguió las conquistas más importantes de la historia de la humanidad. (…) Luego la clase obrera conquistó Estados donde los patrones fueron expropiados en un tercio de la humanidad, desde China hasta Cuba en América Latina. Pero nuestra clase fue capaz además de atraer para sus filas a los mejores intelectuales en el siglo XIX y XX: Marx, Engels, Lenin, Trotsky, Rosa Luxemburgo, y Antonio Gramsci. Hoy cuando nuevamente y luego de años de derrotas, la clase obrera se vuelve a poner de pie, tenemos que pelear por nuestra historia porque es pelear por nuestro futuro”.
El saludo de las organizaciones invitadas
Desde el escenario se invitó a hablar a dirigentes del Partido Obrero e Izquierda Socialista, organizaciones que integran FIT.
Néstor Pitrola, dirigente del Partido Obrero, tomó la palabra llamando a “fortalecer el Frente de Izquierda, interviniendo en cada episodio de la crisis política de manera de llevar a los explotados con la izquierda hacia la única salida posible”. Agregó además que “el 6 de agosto empieza el juicio a los asesinos de Mariano Ferreyra (…); hacemos el llamado a que nos movilicemos, en conjunto, masivamente en todo el país”.
Graciela Calderón, docente de la Comisión Directiva del SUTEBA Matanza, trajo el saludo de la Dirección Nacional de Izquierda Socialista, y de Rubén Pollo Sobrero, Angélica Lagunas, y Liliana Olivero. En su saludo, planteó, entre otras cosas, que “es importante la unidad de los dirigentes antiburocráticos y de la izquierda clasista, para que las luchas se ganen. Por eso le damos mucha importancia a debatir, en este evento del PTS, o la Asamblea Nacional Clasista, que se pretende impulsar (…) Saludamos esta convocatoria (…) En esa Asamblea Nacional Clasista, proponemos construir una coordinadora genuina, de los cuerpos de delegados, internas, con todos aquellos que se reclamen antiburocráticos y combativos, más amplia que el Frente de Izquierda. Porque diariamente se suman otros trabajadores para luchar contra la burocracia”.
Además, se dirigió al público Omar Villablanca, Secretario General del Sindicato Ceramista de Neuquén y miembro del sector independiente de la Agrupación Marrón, quien consideró que “para nosotros era importante venir acá (…) porque nos consideramos clasistas, junto a compañeros que nos han apoyado históricamente”. Hablando de la importancia de haber formado parte del Frente de Izquierda durante las últimas elecciones, mencionó que “podemos ser los mejores luchadores, pero al momento de las elecciones sólo nos ofrecen las alternativas de los patrones. Y decidimos tener nuestra propia alternativa, así tuvimos los primeros logros”. Reivindicó además su pertenencia a la corriente que impulsa el periódico Nuestra Lucha junto con papeleros, estatales y luchadores de muchos otros gremios.
La crisis y la necesidad de dar una salida política
Christian Castillo, dirigente nacional del PTS, señaló que “estamos realizando esta Conferencia en medio de la continuidad de la crisis capitalista mundial, que es el acontecimiento que marca el período histórico que estamos atravesando. La crisis ha abierto una gran pulsada entre los banqueros, los grandes monopolios y los gobiernos que los representan, contra los trabajadores y los pueblos oprimidos del mundo. Uno de los grandes protagonistas viene siendo la juventud, que está abriendo los ojos ante lo que es el capitalismo. Y también se está produciendo una crisis política de las direcciones políticas del movimiento obrero. En nuestro país, si bien los ritmos hasta el momento han sido distintos, estamos viendo también el inicio del enfrentamiento de sectores de la base obrera con el gobierno de Cristina. Esa experiencia se está empezando a desarrollar”.
Castillo agregó que “a los compañeros del FIT le hemos planteado la necesidad de abrir la discusión de un partido común. Pero aun cuando eso se materializara, seríamos una pequeña minoría. Por eso, una de las ideas centrales que queremos plantear claramente, es decirle a los trabajadores que no hay tarea más importante que construir un partido de trabajadores sin patrones. Queremos ayudar al proceso de ruptura de los trabajadores con el gobierno, y que las disputas de los de arriba no sean canalizadas por otras alternativas patronales. Una fuerza que si se pone en marcha, ningún aparato de ningún Estado capitalista va a poder detener. Por eso, junto a la participación en las luchas, junto al pronunciamiento ante grandes hechos, juntos a la propuesta de la Asamblea Nacional Clasista a los compañeros del FIT, a ellos también les decimos que tenemos que plantear juntos, en todos los barrios y fábricas, la idea de que hay que construir ese gran partido de la clase trabajadora”.
Unir a la clase obrera luchando junto a los más explotados
Uno de los puntos centrales de la conferencia fue la discusión sobre la unidad de las filas obreras, y cómo organizar a los sectores más explotados.
Javier “Poke” Hermosilla tomó la palabra planteando que “miles de trabajadores se han movilizado y se han puesto contra el gobierno y su política antiobrera. Una de las tareas que tenemos ante esta situación es hacernos cada vez más fuertes donde estamos, seguir conquistando comisiones internas, en los grandes gremios de la industria”. Relató que “con la Lista Bordó cientos de compañeros nos pusimos al frente para enfrentar a Daer; ahora existe una corriente para enfrentarlo con el aporte de compañeros independientes, de la juventud también. Por eso nos persiguen”. Finalizó planteando que queda una gran tarea por delante, que es continuar luchando por “los precarizados, los tercerizados, para ayudar a la unidad de las filas obreras.”
Desde el palco, uno de los discursos más aplaudidos fue el de Lorena Gentile, delegada de la Comisión Interna de Kraft. “Queremos impulsar una gran campaña por los derechos de las mujeres trabajadores. Cristina Kirchner habla cínicamente de los derechos de los trabajadores, mientras garantiza desde hace años las ganancias de las patronales, a costa de nuestros derechos, de nuestra salud, de la precarización. La burocracia mantiene la división de las filas obreras, y la opresión de la mujer en las fábricas”.
Lorena agregó entonces que “tiene que ser tarea primordial ver cómo levantamos las demandas de los sectores más oprimidos, y tiene que estar en primer lugar la mujer trabajadora, y la juventud. Pero también las minorías sexuales. Miles de mujeres están hartas de las condiciones de explotación y discriminación, están hartas de la violencia. Por eso nosotros en Kraft dijimos basta y paramos la producción cuando un líder acosó a una compañera”. La mención del paro de Kraft contra el acoso de los líderes generó el grito que bajaba de las tribunas:“Sí se puede, si una mujer / si una mujer avanza ningún hombre retrocede”.
Lorena terminó planteando que “es tarea de la izquierda clasista organizar, para que seamos una fuerza arrolladora contra la burocracia sindical y los que nos oprimen. Porque algunos dicen ‘detrás de un gran hombre hay una gran mujer’. Pero las mujeres que estamos acá no vamos atrás de nadie: estamos en primera fila”.
En uno de los discursos más conmovedores de la tarde, Humberto, joven inmigrante boliviano, hizo referencia a los millones de jóvenes (tanto inmigrantes como argentinos) que sufren las peores condiciones de trabajo, precarizados y semi esclavizados en fábricas donde deben trabajar 12, 14 o 16 horas para ganar lo suficiente para pagar un alquiler en una pensión. Pero a pesar de todos esos padecimientos, afirmó “me siento orgulloso de ser parte de esta juventud que se levanta en el mundo”, proponiendo “poner en pie una gran juventud trabajadora, junto a las comunidades originarias, los estudiantes, para eliminar este sistema de explotación y opresión.”
El debate en comisiones
Luego de los informes y saludos desde la mesa, se pasó a funcionar en 16 comisiones, lo que permitió un rico debate sobre el Proyecto de Resoluciones que se había presentado a los participantes de la Conferencia. Luego, mientras una comisión centralizaba las enmiendas propuestas y debatidas en las comisiones, llegó una segunda parte de saludos de las principales delegaciones presentes.
Hernán “Bocha” Puddu se refirió a las suspensiones y despidos que ya se estaban sintiendo en la industria automotriz, y la importancia de desarrollar una corriente antiburocrática en el SMATA. Con el mismo planteo se sumó un trabajador de VW Córdoba, que denunció la persecución por parte de la burocracia que está sufriendo la comisión interna de Lear, y llamó a impulsar una campaña democrática en su apoyo.
Flavio Bustillo, dirigente ferroviario y referente de la Lista Bordó del FFCC Roca, reivindicó la tradición que están forjando junto a otras listas clasistas en distintos gremios, como los gráficos y jaboneros. Además, llamó a organizar la oposición en el ferrocarril, para echar a Pedraza, y sumó a los miles de participantes a un solo grito: “Mariano Ferreyra, Presente!”.
Carlos Melián, delegado en la industria del citrus de Tucumán, señaló que “en esta conferencia vinimos desde Tucumán con compañeros de distintos gremios, entre ellos la compañera Verónica Jerez, delegada de los trabajadores autoconvocados de la salud, perseguida por defender a los sectores más precarizados y hacer valer los mandatos de asamblea”. Pero Melián también denunció la situación de los trabajadores del campo y la agroindustria: “vinimos compañeros que pertenecen al gremio UATRE y de la Alimentación. En la Argentina hay 350 mil trabajadores golondrinas, que trabajan en la zafra de Tucumán, el ajo en Mendoza, o la manzana en Río Negro. Y lo hacen en condiciones de esclavitud, por responsabilidad de las patronales, del gobierno provincial, y de la burocracia de la UATRE. Trabajemos 4 o 5 meses, y nos tiran a la calle. La fruta puede tener temporada, el salario para darle de comer a nuestros hijos, no. Por eso, queremos recuperar nuestro sindicato, no para ir detrás de las patronales agrarias como hace Venegas, o detrás de Cristina como hace Daer, sino para organizar a los trabajadores”.
Por último, Alejandro Vilca, delegado de los recolectores de residuos de Alto Comedero, Jujuy, se refirió a las huelgas en los ingenios que se vivieron en los últimos meses, y el repudio que crece contra el colaborador de la dictadura, el patrón de miles de obreros azucareros, Carlos Blaquier.
Ya estábamos finalizando cuando dos compañeros nos sorprendieron y emocionaron con sus saludos. Un experimentado dirigente de los obreros del ingenio La Esperanza, hoy en manos del Grupo Roggio, dijo que “somos los trabajadores que mantenemos el país, los que mantenemos la salud y la educación, no este gobierno que viene a administrar mal la plata, y hace negocios con sus amigos. Para que se acabe hay que cambiar a estos traidores que están en los sindicatos, y nos venden por migajas. De acá me voy con muchas ganas de seguir peleando, y junto a ustedes”.
Junto a él estaba una luchadora de la Comisión de Mujeres de La Esperanza. Segundina despertó el aplauso emocionado de todos cuando dijo “quiero saludar en mi lengua, porque siempre nos han discriminado. Estoy orgullosa de ser boliviana”. Segundina saludó en quechua a los presentes, que cantaron “la clase obrera, es una y sin fronteras”.
Entonces la compañera planteó que “los empresarios nos roban. No necesitamos que vengan empresarios, que vengan capitalistas. Los compañeros saben cómo fabricar azúcar, los compañeros saben cómo trabajar el campo. Algunos entran al sindicato y se venden, por eso queremos control obrero, porque entre compañeros podemos salir adelante”. Con el canto de “Unidad, de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode”, que duró varios minutos, terminaba una intensa jornada de debate y propuestas. Miles de trabajadores, jóvenes y militantes se llevaban el compromiso de seguir peleando por hacer avanzar la izquierda clasista en el movimiento obrero.
Luego habló Jenny Wainberg, dirigente de la Juventud del PTS, quien destacó la necesidad de que la juventud y los trabajadores luchen juntos, llamando a los estudiantes a apoyar la lucha del movimiento obrero como se hizo en Kraft y otras ocasiones.
Para finalizar, se hizo referencia a las resoluciones discutidas en las comisiones. Aprobadas por la positiva en general, surgieron varias enmiendas que luego fueron leídas por los coordinadores de las comisiones desde el escenario. Aprobadas todas, serán incorporadas a las resoluciones finales.
Raúl Godoy cerró la Conferencia con una muy emotiva intervención, tomando la propuesta de las comisiones de editar decenas de miles de stickers con las dos consignas centrales de la Conferencia, para meter en todas las fábricas y lugares de trabajo de todos los allí presentes, para abrir un debate amplio, a la vez que profundizamos lo que verdaderamente nos hace vibrar, la intervención en la lucha de clases, terreno en el cual queremos formarnos como dirigentes y luchadores de la clase que merece dar una respuesta a los padecimientos y miserias que nos impone el sistema capitalista.
Mundo Obrero

jueves, 5 de julio de 2012

Del cuaderno de anotaciones de Clara Zetkin



En homenaje a Clara Zetkin, a 155 años de su nacimiento. Clara Zetkin, como bien lo reseña este post de nuestra compañera Andrea D´Atri, la gran organizadora de las mujeres obreras y socialistas. 
Este texto, extraído de sus cuadernos, y no disponible en la web, expresa las dificultades y contradicciones con las que tuvieron que enfrentarse las mujeres socialistas tanto dentro, como fuera de sus organizaciones. Vaya también como homenaje a las compañeras que, a días de la Conferencia Nacional de Trabajadores del PTS, nos proponemos aportar, emulando a Clara, en la organización de las mujeres trabajadoras hoy precarizadas y tercerizadas como las trabajadoras de limpieza en las fábricas y establecimientos, en negro y superexplotadas como las trabajadoras textiles, muchas de ellas además, discriminadas por ser inmigrantes paraguayas, bolivianas, peruanas. Hacia esa tareas nos encaminamos. Vayan estos comentarios casi "íntimos" como fuente de aliento...

Como lo indica el título del post, extraído de su "Cuaderno de anotaciones"



El camarada Lenin habló conmigo repetidas veces sobre el problema femenino. Evidentemente, atribuia al movimiento femenino una gran importaancia, como parte esencial del movimiento de masas, del que, deteerminadas condiciones, puede ser una parte decisiva. Se comprende que concebía la plena igualdad social de la mujer como un principio completamente indiscutible para un comunista.
Nuestra primera entrevista prolongada sobre este tema tuvo lugar en el otoño de 1920, en el espacioso despacho de Lenin en el Kremlin. Lenin sentado junto a si mesa, cubierta de papeles y libros, que hablaban de ocupaciones y de trabajo pero no de un “genial desorden”.
-Indudablemente, debemos crear un potente movimiento femenino internacional sobre bases teóricas claras y precisas . así inició  él, luego de saludarnos, nuestra entrevista-. Sin teoría marxista no puede existir una buena labor práctica, esto es claro. Los comunistas necesitamos también en este problema la máxima pureza de principios. Debemos delimitar deididamente los campos de nosotros y todos los demás partidos. Verdad es que, lamentablemente, nuestro II Congreso Internacional no ha conseguido examinar el problema femenino. Ha planteado la cuestión pero no ha podido adoptar una posición determinada. El asunto ha quedado detenido en la comisión. Esta debe elaborar una resolución, tesis y una línea firme. Pero hasta ahora se ha avanzado poco en sus labores. En este sentido, usted debe ayudar a la comisión.
Yo había oído hablar a otros lo que ahora me decía Lenin y expresé mi asombro al respecto. Estaba llena de entusiasmo por todo lo que las muejres rusas habían hecho durante la revolución y por todo lo que ahora hacen para su defensa y su ulterior desarrollo. Con respecto a la situación y a la actividad de las muejres en el partido bolchevique, a mí me parecía que en este aspecto el partido era un modelo. El partido bolchevique es el único que proporciona al movimiento femenino comunista internacional valiosas fuerzas, instruidas y probadas, siendo al mismo tiempo una gran ejemplo histórico.
-Esto es cierto y está muy bien – observó Lenin con una ligera sonrisa - . En Petrogrado, aquí en Moscú, en las ciudades y los centros industriales situados en lugares apartados, las poletarias se han comportado magníficamentedurante la revolución. Sin ellas no habríamos vencido. O difículmente habríamos vencido. Esta es mi opinión. ¡Qué valentía han demostrado, qué valientes son hoy! Figúrese los sufrimientos y las privaciones que padecen. Y sin embargo, se mantienen, se mantienen firmes porque quieren defender los soviets, porque quieren la libertad y el comunismo. Sí, nuestras obreras son admirables, son combatientes de clase. Se han hecho merecedoras de admiración y cariño. En general, es preciso reconocerque incluso las damas “demócratas constitucionalistas” en Petrogrado, durante la lucha contra nosotros, dieron pruebas de más valor que los cadetes militares.
-Eso es verdad, en nuestro partido hay comunistas seguras, inteligentes, e infatigablemente activas. Podrían ocupar puestos de responsabilidad en los comités ejecutivs, en los comisariados del pueblo, en las instituciones. Muchas de ellas trabajan día y noche, bien en el partido, bien entre la masa proletaria y campesina, bien en el Ejército Rojo. Esto es para nosotros muy valioso. Y es importante para las mujeres del mundo entero, pues es un testimonio de la capacidad de la mujer, del alto valor que reviste su trabajo para la sociedad. Desarraiga los prejuicios más de lo que pudieran hacerlos montañas de libros sobre la igualdad de los derechos de las mujer. No obstante, a pesar de todo esto, apun no tenemos un movimiento comunista internacional, y debemos conseguirlo a toda costa. Debemos emprender  inmediatamente su creación. Sin este movimiento, el trabajo de nuestra Internacional y sus paridos nos es completo ni podrá jamás serlo. Dígame cómo están las cosas en cuanto a la labor comunista en el extranjero.
Le referí todo lo que yo podía conocer dado el escaso e irreglura contacto que entonces existía entre los partidos adheridos a la Internaiconal Comunista….
Como es lógico, yo hablé de manera particularmente detallada sobre la situación en Alemania. Le hice saber que Rosa Luxemburgo daba la más grande importancia a la tarea de ncorporar  las más amplias masas femeninas a la lucha revolucionaria. Cuando fue fundado el Partido Comunista, Rosa instistió en que debía publicarse un periódico consagrado al movimiento femenino. Cuando Leo Johiches examinó conmigo el plan de trabajo del partido, durante la última entrevista que tuvimos – día y medio antes de que lo matasen – y me encomendó diferentes tareas, entre ellas figuraba un plan de trabajo de organización entre las obreras. En su primera conferencia clandestina, el partido se ocupó de este problema. Todas las agitadoras y dirigentes instruidas y expertas que se habían destacado antes y durante la guerra casi sin excepción, continuaban dentreo de los partidos socialdemócratas de ambas tendencias y mantenían bajo su influencia a las masas de obreras, que vivían en un estado de fervescencia. Sin embargo, también entre las mujeres se había constituido ya un pequeño núcleo de camaradas enérgicas y abnegadas, que tomaban parte en todo el trabajo y en la lucha de nuestro partido. El propio partido había organizado ya una actividad metódica entre las obreras. Naturalmente, todo esto no era más que el comienzo, pero un buen comienzo.
-No está mal, no está mal – dijo Lenin -. La energía, la abnegación y el entusiasmo de las comunistas, su valentía y su inteligencia en un período de la actividad clandestina o semiclandestina abren una buena perspectiva de desarrollo del trabajo. En el crecimiento del partido y de su fuerza, la capacidad de atraer a las masas y la organización de acciones son factores valiososos. Pero ¿cómo están las cosas en lo que se refiere a la clara comprensión de las bases de este problema y la necesidad de instruir a los camaradas al respecto? Pues esto reviste importancia decisiva para el trabajo de masas. Y no úedo recordar ahora quién ha dicho que “para acometer grandes empresas, hace falta entusiasmo”. Nosotros y los trabajadores de todo el mundo tenemos aún por delante empresas efectivamente grandes…
-Usted debe escribir tesis directrices sobre el trabajo comunista entre las mujeres…
Las tesis deben subrayar con rigor que la verdadera emancipación de la mujer sólo es posible en el comunismo. Es preciso esclarecer profundamente el nexo indisoluble entre la situación de la mujer como persona y miembro de la sociedad y la propiedad privada de los medios de producción. Así delimitaremos con toda precisión los campos entre nosotros y el movimiento burgués por la “emancipación de la mujer”. Esto sentará también las bases para examinar el problema femenino como parte del problema social, obrero, y por lo tanto permitirá vincularlo firmemente con la lucha proletaria de clase y con la revolución. El movimiento comunista femenino debe ser un movimiento de masas, debe ser parte del movimiento general de masas, no sólo del movimiento de los proletarios, sino de todos los explotados y oprimidos, de todas las víctimas del capitlismo. En esto consiste la importancia del movimiento femenino para la lucha de clase del proletariado y para su misión histórica creadora: la organización de la sociedad comunista. Podemos enorgullecernos, con razón de que la flor y nata de las mujeres revolucionarias militan en nuestro partido, la Internacional Comunista. Pero esto no tiene todavía una importancia decisiva. Debemos atraer a millones de trabajadoras de la ciudad y del campo para participar de nuestra lucha, y en particular en la obra de la construcción comunista de la sociedad. Sin las mujeres no puede existir un verdadero movimiento de masas.
De nuestra concepción ideológica se desprenden asimismo medidas de organización. ¡Nada de oganizaciones especiales de mujeres comunistas! La comunista es tan militante del partido como lo es el comunista, con las mismas obligaciones y derechos. En esto no puede haber ninguna divergencia. Sin embargo, no debemos cerrar los ojos ante los hechos.  El partido debe contar con organismos –grupos de trabajo, comisiones, comités, secciones o como se decida denominarlos – cuya tarea especial consista en despertar a las amplias masas femeninas, vincularlas con el partido y mantenerlas bajo la influencia de éste. Para ello, naturalmente , es necesario que desarrollemos plenamente una labor sistemática entre esas masas femeninas. Debemos educar a las mujeres que hayamos conseguido sacar de la pasividad, debmos reclutarlas y formarlas para la lucha proletaria de clase bajo la dirección del Partido Comunista. No sólo me refiero a las proletarias que trabajan en la fábrica o se afanan en el hogar sino también a las campesinas, a las mujeres de las distintas capas de la pequeño burguesía. Ellas también son víctimas del capitalismo y desde la guerra lo son más que nunca. Psicológia apolítica, no social, atrasada, de estas masas femeninas; estrechez del campo de su actividad , todo su modo de vida: tales son los hechos. No prestar atención a esto sería inconcebible, completamente inconcebible. Necesitamos nuestros propios organismos para trabajar entre ellas, necesitamos de métodos especiales de agitación y formas especiales de organización. No se trata de una defensa burguesa de los “derechos de la mujer”, sino de los intereses prácticos de la revolución.
Le dije a Lenin que sus razonamientos constituían para mí un apoyo valioso. Muchos buenos camaradas , se oponían resueltamente a que el partido crease organismos especiales para una labor metódica entre las ampias masas  femeninas. Llamaban a esto retorno a las tradiciones socialdemócratas, a la célebre “emancipación de la mujer”. trataban de demostrar que los partidos comunistas, al reconocer por principio y plenamente la igualdad de derechos de la mujer, deben desarrollar su labor entre las masas trabajadoras sin diferencias de ninguna especie. La manera de trabajar entre las mujeres debe ser la misma que entre los hombres. Todo intento de tener en cuenta en la agitación o en la organización las circunstancias consideradas por Lenin es considerada por los defensores de la opinión opuesta como oportunismo, como traición y renuncia a los principios.
-Esto ni es nuevo ni sirve en modo alguno como prueba – replicó Lenin-. No se deje usted desorientar. ¿Por qué en ninguna parte, ni siquiera en la Rusia soviética, militan en el partido tantas mujeres como hombres? ¿Por qué el número de obreras organizadas en los sindicatos es tan reucido? Estos hechos obligan a reflexionar. La negación de la necesidad de organismos especiales para nuestro trabajo entre las amplias masas femeninas es una de las manifestaciones de una posición muy de principios y muy radical de nuestros “queridos amigos” del Partido Obrero Comunista. Según ellos debe existir una única forma de organización : la unión obrera. Ya los sé. Muchas cabezas de mentalidad revolucionaria, pero embrolladoras, se remiten a los principios cuando no ven la realidad, ees decir, cuando la inteligencia se niega a apreciar los hechos concretos a los que debe prestar atención. ¿Cómo hacen frente estos sostenedores de la “pureza de principios” a las necesidades que nos impone el desarrollo histórico en nuestra política revolucionaria? Todos estos razonamientos se vienen abajo ante una necesidad inexorable: sin millones de mujeres no podemos realizar la dictadura proletaria, sin ellas no podemos llevar a cabo la construcción comunista. Debemos encontrar el camino que nos conduzca hasta ellas, debemos estudiar mucho, probar muchos métodos para encontrarlo.
Por eso es totalmente justo que presentemos reivindicaciones a favor de la mujer…
Las mujeres deben saber que la dictadura proletaria significa para ellas la plena igualdad de derechos con el hombre tanto ante la ley como en la práctica, en la familia, en el Estado y en la sociedad, así como también el derrocamiento del poder de la burguesía.
-¡La Rusia soviética está demostrando esto – exclamé, y nos servirá de gran ejemplo!
Lenin prosiguió:
-La Rusia soviética plantea nuestras reivindicaciones para la mujer bajo un aspecto nuevo. Bajo la dictadura del proletariado esas reivindicaciones ya no son objeto de la lucha entre el proletariado y la burguesía, sino que son ladrillos para la edificación de la sociedad comunista. Esto muestra a las mujeres que están más allá de nuestras fronteras, la importancia decisiva de la conquista del poder por el proletariado.
La diferencia entre su situación aquí y allá debe ser establecida con precisión, para que ustedes puedan contar con las masas femeninas en la lucha de clase revolucionaria del proletariado. Saber movilizarlas con una clara comprensión de los principios y sobre una firme base organizativa, es cuestión de la que dependen la vida y la victoria del Partido Comunista…
A mi pregunta sobre las condiciones existentes en la Rusia soviética, Lenin contestó:
El gobierno de la dictadura del proletariado, en alianza, naturalmente, con el Partido Comunista y los sindicatos hace todos los esfuerzos necesarios para superar las concepciones atrasadas de los hombres y las mujeres y acabar así con la base de la vieja psicología no comunista. Es innecesario decir que se ha efectuado la plena igualdad del hombre y la mujer en la legislación. En todas las esferas se observa un deseo sincero de llevar a la práctica esta igualdad. Estamos incorporando a las mujeres al trabajo a la economía soviética, en los organismos administrativos, enlos legislativos y en l alabor de gobierno. Les estamos abriendo las puertas de todos los cursos y centros docentes, para elevar su preparación profesional y social. Estamos creando diversos establecimientos públicos: cocinas y comedores, lavaderos y talleres de reparación, casas-cuna, jardines de infantes, orfanatos y todo tipo de establecimientos educativos. En una palabra, estamos aplicando verdaderamente la reivindicación de nuestro programa de transimitir las funciones económicas y educativas de la vida doméstica individual a la sociedad. De este modo la mujer es liberada de la vieja esclavitud doméstica y de toda dependencia del marido. Se le brinda la plena posibilidad de actuar en la sociedad en acuerdo con las aptitudes e inclinaciones. En cuanto a los niños,se les ofrecen las condiciones más favorables para su desarrollo que las que pudieran tener en la casa. En nuestro país existe la legislación más vanzada del mundo en lo que atañe a la protección del trabajo femenino. Delegados de los oreros organizados la llevan a la práctica. Estamos organizando casas de maternidad, casas para la madre y el niño, consultorios para las madres, organizamos cursillos para aprender a cuidar a los niños de pecho y de corta edad, exposiciones sobre la protección de la maternidad y de la infancia, etc. Hacemos los mayores esfuerzos para satisfacer las necesidades de las mujeres cuya situación material no está asegurada y de las trabajadoras afectadas por el paro forzoso.
Sabemos muy bien que todo esto es todavía poco en comparación con las necesidades de las masas femeninas trabajadoras, que esto es aún completamente insuficiente pata su efectiva emancipación. Pero esto representa un paso gigantesco hacia delante con respecto a lo que existía en la Rusia zarista, capitalista. Esto es inclusive, mucho en comparación con lo que se hace allí donde el capitalismo ejerce su dominio absoluto. Este es un buen comienzo. El rumbo es acertado y lo seguiremos de manera consecuente, con toda nuestra energía. Ustedes, en el extranjero, pueden estar seguros de ello. Cada día de existencia del estado soviético nos hace ver con más claridad que no avanzaremos  sin el concurso de millones de mujeres. Figúrese lo que esto significa en un país donde el el 80% de la población, por lo menos, son campesinos. La pequeña hacienda campesina significa la economía doméstica individual y el sometimiento de la mujer a ella. En este sentido, la situación será para ustedes mucho mejor, las cosas es serán más fáciles que a nosotros, a condición de que las masas proletarias de sus países tomen conciencia de su madurez histórica objetiva para la conquista del poder, para la revolución. No desesperemos. Nuestras fuerzas crecen junto con las dificultades. La necesidad práctica hará que encontremos nuevos caminos en lo que se refiere a la liberación de las masas femeninas. Unida al estado soviético, la solidaridad fraternal llevará a cabo grandes empresas. Naturalmente, nos referimos a la solidaridad fraternal en el sentido comunista, y no en el sentido burgués en la que lo predican los reformistas, cuyo entusiasmo revolucionario se ha evaporado como vinagre barato. Junto con la solidaridad fraternal debe manifestarse la iniciativa personal que se transforma en actividad colectiva y se funde con ella. Bajo la dictadura del proletariado, la liberación de la mujer mediante la realización del comunismo tendrá lugar también en el campo. En este sentido, cifro todas mis esperanzas en la electrificación de nuestras industria y de nuestra agricultura. ¡Ésta es una obra grandiosa! Las dificultades que ofrece son grandes, gigantescas. Para superarlas es necesario desplegar y educar a las poderosas fuerzas de las masas. Millones de mujeres deben participar en esto….

*****

Mi siguiente conversación con Lenin sobre el movimiento femenino tuvo lugar una o dos semanas depués. Lenin vino a verme. Como casi siempre, su visita fue inesperada, improvisada, hecha en un intervalo de la gigantesca labor del jefe de la revolución victoriosa. Lenin tenía el aspecto de un hombre muy cansado y preocupado. Wrangel aún no había sido definitivamente derrotado, y el problema del abastecimiento de las grandes ciudades se alzaba ante el gobierno soviético como una esfinge inexorable.
Lenin preguntó cómo estaban las cosas en relación con las tesis. Le dije  que se había reunido una comisión numerosa, en la que habían estado presentes y habían opinado todas las comunistas destacadas que se encontraban en Moscú. Las tesis estaban preparadas y ahora tenían que ser examinadas en una comisión más reducida. Lenin indicó que se debía aspirar a que el III Congreso mundial estudiase la cuestión con debida profundidad. Este solo hecho bastaría para acabar con los prejuicios de muchos camaradas. En primer término, debían encargarse de ellos las comunistas y además, muy en serio.
-No trinar como buenas comadres, sino hablar a plena voz como buenas combatientes, hablar con claridad – Exclamó Lenin con animado tono – El congreso no es un salón en el que las damas deban brillar por sus encantos, como se dice en las novelas. El congreso es un campo de lucha, en el que combatimos a fin de llegar a conocer la verdad, indispensable para la acción revolucionaria. Demuestren ustedes que son capaces de luchar. Naturalmente, en primer término contra los enemigos, pero también dentro del partido cuando haga falta. El problema afecta a las grandes masas femeninas. Nuestro partido ruso apoyará siempre todas las proposiciones y medidas que ayuden a conquistar a estas masas. Si las mujeres no están con nosotros, los contrareolucionarios pueden lograrque vayan contra nosotros. Esto lo debemos siempre tener en cuenta.
-Las masas femeninas deben ser nuestras, aunque estén atadas con cadenas al cielo – dije recogiendo la idea de Lenin -. Aquí, en el centro de la revolución, con su vida impetuosa, con su pulso acelerado en intenso, he concebido el plan de un gran acto internacional de las masas femeninas trabajadoras. El móvil impulsor de mi idea han sido sobre todo las conferencias y congresos de mujeres apartidistas. Deberíamos hacer los intentos para convertir estas reuniones nacionales en internacionales. El hecho indudable es que la guerra mundial, y las consecuencias derivadas de ella, han conmovido profundamente a las amplias masas femeninas de las distintas clases y capas sociales. Atraviesan un estado de efervescencia, se han puesto en movimiento. Las amargas preocupaciones para asegurar su subsistencia y dar sentido a su vida les plantean cuestiones cuya existencia apenas sospechaba la mayoría de ellas y de las que sólo una minoría había tomado plena conciencia. La sociedad burguesa no está en condiciones de darles respuesta satisfactoria. Sólo la puede dar el comunismo. Debemos hacer que las amplias masas femeninas de los países capitalistas lo comprendan, y para ello debemos convocar un congreso internacional de mujeres apartidistas.
Lenin no contestó enseguida. Se quedó pensativo con la mirada dirigida, por decirlo así, hacia adentro, apretando fuertemente los labios y adelantando un poco el labio superior.
-Sí – dijo después – debemos hacerlo. Es un plan bueno, incluso magnífico, no tiene ningún valor si no es pensado bien. ¿Ha pensado usted cómo ponerlo en práctica? ¿Cómo concibe usted esto?
Expuse detalladamente a Lenin mis consideraciones al respecto…
Durante mi exposición, Lenin asintió varias veces con la cabeza e hizo breves observaciones aporbatorias.
-Me parece, Clara – dijo – que usted ha pensado muy bien todo este asunto en el aspecto político y, en líneas generales, también en el sentido organizativo. Estoy de completo acuerdo con usted en que, e la presente situación, este congreso podría realizar una importante labor. Encierra la posibilidad de que conquistemos a las más amplias masas femeninas, en particular, a las masas de mujeres dedicadas a trabajos profesionales de toda especie: obreras industriales, trabajadoras del servicio doméstico, maestras y otras empleadas. ¡Esto estaría bien, muy bien! Piense en la situación. En un momento de grandes conflictos económicos o de huelgas políticas, ¡qué fuerza significaría para el proletariado la indignación consciente de las masas femeninas! A condición, naturalmente de que sepamos atraerlas y retenerlas a nuestro lado. Las ventajas serían grandes, incluso colosales. Pero ¿qué piensa usted sobre otras cuestiones? Probablemente las autoridades públicas estarán en contra de la convocatoria del congreso e intentarán impedir su celebración. Sin embargo, dificilmente se atreverán a tomar medidas brutales contra él. En todo caso, esto a usted no la asusta. Pero ¿no teme usted que las comunistas, tanto en los comités como en el propio congreso se sientan ahogadas por la superioridad numérica de las representantes de la burguesía y del reformismo y poor su habilidad, indudablemente superior? Además, y ante todo, ¿ está usted verdaderamente segura de la preparación marxista de nuestras camaradas comunistas y que se pueden reunir entre ellas un grupo de choque que resista con honor el combate?
Respondí a Lenin que no era de esperar que las autoridades amenazasen al congreso con su puño de hierro. Las burlas y los groseros ataques contra el congreso servirían únicamente de agitación a su favor. Al número y a la habilidad de los elementos no comunistas podríamos oponer los comunistas la superioridad científica del materialismo histórico en el enfoque y la exposición de los problemas sociales y el carácter consecuente de nuestras reivindicaciones para la solución de los mismos. Por último- aunque esto no es todo-, podríamos oponer la victoria de la revolución proletaria en Rusia y su labor en el orden de la liberación de la mujer. el débil e insuficiente bagaje marxista de algunas camaradas podría ser equilibrado con la preparación metódica y el trabajo en común. En este sentido, de quienes más espero yo es de las comunistas rusas. Deberían formar el núcleo de hierro de nuestra falange. Con ellas yo me atrevería a lanzarme tranquilamente a algo más que las luchas en el congreso. Además,inclusive si fuésemos derrotadas en la votación, el hecho mismo de nuestra lucha pondría al comunismo en el primer plano y tendría una gran importancia desde el punto de vista de la propaganda, creando al mismo tiempo para nosotroas nuevos puntos de apoyo para la labor posterior. Lenin se echó a reír a carcajadas.
-Sigue teniendo usted el mismo entusiasmo por las revolucionarias rusas. Así, sí, el viejo amor no se olvida. Yo creo que usted tiene razón. Incluso la derrota despues de una lucha tesonera sería una ventaja, sería la preparación de futuras conquistas entre las masas de trabajadoras femeninas. En general, se trata de una empresa en la que vale la pena arriesgar. Nosotros no podemos en modo alguno, salir perdiendo totalmente. Pero, como es natural, yo confío en la victoria, deseo la victoria de todo corazón. Proporcionaría una considerable vigorización de nuestra fuerza, la ampliación y el afianzamiento de nuestro frente de lucha, traería a nuestras filas animación, dinamismo y actividad. Esto siempre es útil. Además, el congreso suscitaría en el campo de la burguesía y sus amigos reformistas una mayor inquietud, inseguridad, contradicciones y conflictos. Podemos imaginar quiénes se reunirían junto con las “hienas de la revolución”, y si este asunto siguiese adelante bajo su dirección, estarían allí presentes honestas y domesticadas socialdemócratas bajo la suprema dirección de Scheidemann, Dittman y Legien; piadosas cristianas, unas bendecidas por el Papa y otras adictas a la doctrina de Lutero; auténticas hijas de consejeros secretos; consejeras de Estado de nuevo cuño; damas inglesas de buen tono, como señoras y pacifistas, además de entusiastas sufragistas francesas. ¡qué cuadro de caos y disgregación del mundo burgués sería el que ofrecería el congreso! ¡Qué cuadro de su falta absoluta de perspectiva! El congreso acentuaría la disgregación, contribuyendo a debilitar así las fuerzas de la contrarrevolución. Todo debilitamiento de las fuerzas del enemigo equivale a un acrecentamiento de nuestra potencia. Yo voto a favor del congreso…lo apoyaremos enérgicamente. Manos a la obra. Le deseo éxito en la lucha…
Emprendí con alegría y esperanza la labor preparatoria. Pero la idea del congreso tropezó con la posición de las comunistas alemanas y búlgaras, que a la sazón, dirigían el movimiento femenino comunista más fuerte después del de Rusia soviética. Se opusieron categóricamente a la convocatoria del congreso.
Cuando se lo comuniqué a Lenin me respondió:
-¡Es una lástima, una gran lástima! Estas camardas han desaprovechado una magnífica oportunidad de abrir a las más amplias masas femeninas nuevas y mejores perspectivas y de atraerlas así a la lucha revolucionaria del proletariado. ¡quién sabe si volverá a presentarse tan pronto una ocasión tan propicia! Hay que batir el hierro en caliente. Pero la tarea sigue en pie. Usted debe continuar buscando el camino para llegar a las masas femeninas, condenadas por el capitalismo a una tremenda miseria. Usted debe buscarlo a toda costa. No se puede dejar de lado esta necesidad. Sin una actividad organizada de las masas bajo la dirección de los comunistas no puede haber victoria sobre el capitalismo ni construcción del comunismo….





[1] De: Recuerdos sobre V.I. Lenin” 1970, tomo IV, pags 37-59 (en ruso), extraído de Lenin, V.I., La mujer y el progreso social (compilación), Edit Polémica, Bs As, 1975.