martes, 2 de agosto de 2011

NeNa, LLevAte uN saQuiTo

Cuelgo en este post un texto de N. Perlonguer que enviara en estos días un compañerx de la Juventud LGTB del PTS y que me pareció además de oportuno a propósito de la discusión sobre trata y prostitución, rubros 59 y demás yerbas, muy muy bonito.



 "Al atardecer, todas ellas cuelgan sus pechos sin madurar del ramaje de hierro de los balcones, para que sus vestidos se empurpuren al sentirlas desnudas, y de noche, a remolque e sus mamás -empavesadas como fragatas- van a pasearse por la plaza, para que los hombres les eyaculen palabras al oído, y sus pezones fosforescentes se enciendan y se apaguen como luciérnagas"
(Oliverio Girondo, 1920) 

"Los que se exhibieren en comercios, plazas u otros lugares de esparcimiento público, con vestimentas indecorosas, o se despojaren en los mismos sitios de ropas de vestir, exigibles a la cultura social (...) serán reprimidos con multa o arresto".(Reglamento Policial de Contravenciones, inc. 2§ e 1946) 

Por Néstor Perlongher

No todos saben que si las chicas de flores arrojasen hoy en día su seno a pedacitos, antes que un caballero se inclinare a recogerlos, se haría presente un patrullero. Del mismo modo, quien se atreviere a ir en deshabillé al mercado, no sería apenas condenada por el cotorreo de las vecinas: caería sobre ella el peso azul del Estado. 

Es sabido que una mujer no solo debe ser decente sino aparentarlo. En nuestra pacata nación, celosos agentes (¿celosos de qué?) han sustituido a las mamás que nunca se olvidaban de decirnos: Nena, lleváte un saquito. Para el cumplimiento del edicto policial arriba transcripto, sería menester la edición de un boletín de modas policiales. ¿En que se basa la autoridá para saber cuando una vestimenta es o no indecorosa? Dedúcese que en esa categoría habrán de entrar la minifalda y el bretel, si no el escote en V. Por si las moscas, les cabría a las chicas de Flores el inciso 2§ H (pavor de los gays y de las prostitutas) que condena, con arresto de 30 días, a "las personas de uno u otro sexo que públicamente incitaran o que ofrecieren el acto carnal" (orden del día del 19 de abril de 1949). Los eyaculadores auditivos están también punidos por el edicto del piropo (2§ B) -sólo que cuando una señorita se queja el agente responde: ¿y qué pretende usted así vestida? 

Esperamos que a las chicas no se les ocurra tomar un clarito en la Confitería del Molino: les puede caer una "ebriedad" por la cabeza (para aplicar este edicto, la exigencia legal de "dosaje alcohólico" es, "por falta de medios", generalmente obviada). También les puede pasar que presas de pánico echen mano del saco de un caballero transitante: error fatal: es el 2§ F que les cabe a "los que se exhibieren en la vía pública o lugares públicos vestidos o disfrazados con ropas del sexo contrario". ¿retroceder al zaguán? Siquiera eso, viene el texto del 2§ G: "las prostitutas o sus servidumbres que desde sus casas incitaren a las personas". Cierto que ellas no cobran; pero eso no interesa. Veamos lo que le pasó a Nélida: "No había ningún trato íntimo con él, la cosa era de simple amistad. Dos policías de civil entraron en el bar y nos llevaron a todos a la comisaría. Allí 'me fabricaron' un antecedente de prostitución porque el hombre que estaba conmigo firmó una declaración que decía que me había pagado. Lo presionaron amenazándolo con llamar a la esposa, y decirle que estaba con una prostituta... Desde entonces quedé 'fichada' con el 2§ H". Y aunque la chica no haga nada nunca a nadie, tararear "qué me importa tu pasado, lo que has hecho y lo que harás", de nada sirve -­minga!- porque "por averiguación de antecedentes" se la llevan por 48 horas a la sombra de los barrotes en flor -y no va a precisar arrojar su cuerpo a pedacitos "a todos los que le pasan la vereda", porque es posible que se lo hagan pedacitos ahí mismo. "Conocémos tus métodos" dicen los enanos de Herzog.

La chica se puede hartar de que la confundan y tomarse el ómnibus a Córdoba -donde rige, desde 1980 (­oh juristas del proceso!) un Código de Faltas que impide confusiones: "Serán sancionados con arresto hasta de treinta días quienes ejerciendo la prostitución se ofrecieran o incitaren molestando a las personas o provocando escándalos. Se entenderá que hay ofrecimiento respecto de la mujer (o el homosexual o vicioso sexual) que permaneciera en la vía pública en circunstancias que exterioricen un atentado contra la decencia pública. En todos los casos, será obligatorio el examen médico venéreo y, en su caso, la internación curativa" (Art. 22§). Cada provincia tiene sus normas, las cordobesas pueden apelar (con suerte) ante el juez. Pero... quienes juzgan las "circunstancias del decoro" son los comisarios y subcomisarios, habiendo un plazo de 3 días para la resolución, 24 horas para la apelación y 20 días para que el juez decida. Eso quiere decir que cualquiera puede comerse hasta 24 días en cana, sólo porque algún agente receloso vuelque sobre una su mirada perversa... 

Si para las damas es menester recato, los caballeros deben conservar los tics de la virilidad más antológica. "Encontrase un sujeto conocido como pervertido en compañía de un menor de edad" (a la salida del kindergarten, por ejemplo), basta para comerse 30 días en la Capital (ascienden a 90 en Córdoba). Para ser "conocido" es suficiente tener "antecedentes" o por medio de "datos fehacientes y bajo la firma del director o jefe de secciones de la Dirección de Investigaciones" (art. 45§ del RPC). ¿Una firmita acá? -y salváte si podés. 

Nena, si querés salvarte, nunca te olvides el saquito, el largo Chanel, el rodete. No te quedes dando vuelta en la puerta de un bar. Y, lo peor de lo peor, no se te ocurra hablar por la calle con alguien de quien no sepas su nombre, apellido, dirección, color de pelo de la madre y talle de la enagua de su abuela: la policía los separa y si no saben todo uno del otro, zas, adentro. Tampoco salgas con una amiga -no te hagas la desentendida. Y, si sos casada, no salgas sin los chicos: porque ¿qué hace una madre que no está cuidando a sus hijos? Y nunca te olvides de lo que decía el General: "de la casa al trabajo y del trabajo a la casa". Pero, ¿usted de qué trabaja, señorita? Me va a tener que acompañar. ¿Continuará? 


* Sociólogo, antropólogo, militante activo del Frente de Liberación Homosexual entre 1971 y 1976. Murió en San Pablo (Brasil) en 1992. Escribió este artículo en el año 1983 para la revista Alfonsina, luego reeditado en 1997 por Colihue en el libro Prosa Plebeya. Ensayos 1980-1992.

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